Todo educador se preguntará cómo encarar los contenidos de su asignatura en el aula. Muchas veces el docente es un excelente expositor y por ello se le facilita la presentación dictando charlas amenas, donde los estudiantes captarán fácilmente los mensajes expuestos. Sin embargo, esa cualidad no basta, el monólogo a la larga aburre y vuelve la educación memorística, por lo que se debe recurrir a otras estrategias para interesar al alumno. Por ello hay que matizar las presentaciones con preguntas relativas al tema y así, iniciar un diálogo donde deberán participar todos los estudiantes Claro está que se deben repartir los temas con anticipación para que el estudiante no esté ignorante de los aspectos que se están tratando, como expresamos en el escrito anterior. Todo esto da una metodología dinámica a la enseñanza. Esa sería una fórmula para incentivar la mente del alumno. Asimismo debemos tener claro que al alumno, antes que computadoras (que sí se necesitan), debe dársele bibliografía, porque primero debe saber manejar el Libro.